miércoles, 31 de marzo de 2010

Embarcando

Desde el segundo viaje que he hecho en mi vida, a Bélgica en el 2004, empecé a guardar todos los billetes, mapas, tarjetas de restaurantes, entradas de museos, posa vasos, tickets de restaurantes, flyers, planos de lugares turísticos, de metros o cualquier cosa que cogiera del lugar que visitaba.

Todo eso lo he ido metiendo a lo largo de estos seis años en una gran bolsa que conseguí en la tienda de Tintín en Bruselas y allí es donde todos esos recuerdos se han ido acumulando, conservando, criando polvo y, algunos de ellos, deteriorando.

Gracias a todo lo que había en esa bolsa, que ya no sabía ni dónde colocar en mi habitación, he recuperado infinitos recuerdos que habían quedado almacenados y me han ayudado a sentir esos viajes otra vez como si los acabara de hacer. Supongo que muchos os podéis imaginar cómo me ha hecho sentir ir sacando papelitos o mapas o tickets que ni siquiera recordaba.

Además, todo esto es lo que me va a ayudar a hablaros de mis viajes pasados con más facilidad y a desempolvar todas esas historias que rondan alrededor de mi cabeza y la bolsa de Tintín.

En breves, esta vez sí, una ciudad.

Emma.

1 comentario: